Un librillo titulado "Noticia histórica", escrito en el año 1944 por el cura ecónomo de nuestra villa, D. Joaquín Díaz Rueda, deja constancia de lo sucedido y en él cuenta la escasez de documentos que contengan datos de interés sobre la imagen y se refiere únicamente a un "...corto manuscrito de un hijo de esta villa D. José Plaza, cuyos familiares han tenido la atención de exhibírmelo." y del cual ya no da mas datos. A día de hoy podemos decir que dicho manuscrito ha aparecido y el día 29/5/2016 llegó a nosotros. Disponemos de una copia de dicho documento.
Así, entre archivos, libros y manuscritos, hemos conseguido para todos conformar esta que será la...
HISTORIA DE LA IMAGEN DEL STMO. CRISTO DE LA VIGA
PATRÓN DE VILLAMAYOR DE SANTIAGO
La tradición nos cuenta que la primitiva imagen de nuestro Cristo fue traída al pueblo por un capitán apellidado Carralero, hijo de esta villa y el vecindario tuvo siempre la creencia de que fue arrebatada a los moros por este militar, parece ser, antes de terminar la Reconquista y según alguna voz popular, fue allá sobre el año 1486, cuando la imagen llegó a Villamayor.
Dicho militar, tuvo la imagen en su casa mientras vivió y a su muerte, pasó a manos de sus herederos, quienes la guardaron hasta que en 1680, la donaron a la parroquia, en cuyo templo comenzó a recibir culto.
Es lo único que la tradición nos dice. Ignoramos por tanto, quien fue el autor de la primitiva imagen, así como la fecha de su creación y el lugar exacto de procedencia.
Al recibir la parroquia la imagen, se pensó en colocarla en el sitio de mas honor del templo y así fue situada en el Altar Mayor. Mas como el retablo que había en el Altar era pequeño y carecía de la necesaria consistencia para sostener el considerable peso de la imagen, se colocó provisionalmente una viga en el frente del Altar, sujeta por sus extremos a las paredes laterales del ábside y de ella quedó pendiente el "Stmo. Cristo de los Carraleros", que así era llamado hasta entonces, en honor al apellido del capitán que lo trajo al pueblo.
A partir de ese momento y de forma espontánea surgió el nuevo título que en sustitución del primitivo, llevaría la imagen hasta nuestros días "EL SANTÍSIMO CRISTO DE LA VIGA", nombre debido a la viga que lo sostenía bien visible en toda la iglesia y por otra parte, nombre mas asequible a la pronunciación y retención en la memoria de todos, incluidos los niños, razón por la cual se generalizó rápidamente. Ahí estuvo el Cristo hasta que aquel pequeño retablo, fue sustituido por otro mucho mas suntuoso (que fue destruido en la guerra). La imagen quedó sin sitio y entonces se le construyó un altar propio (también destruido), en la nave llamada del Evangelio, donde se colocó la imagen con toda solemnidad el día 3 de Mayo de 1719.
Si bien la imagen fue donada a la parroquia en el año 1680, no fue hasta el año 1844 cuando el Stmo. Cristo de la Viga a petición del pueblo de Villamayor fue nombrado patrón del mismo, siendo el primer domingo de septiembre el día elegido para celebrar su fiesta, pero tras un periodo de tiempo y con el fin de dar mas realce a la fiesta, en 1863, se decidió cambiar al día 5 de septiembre, siendo esta la fecha que sigue respetándose hasta nuestros días.
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Son numerosas las ocasiones en las que por enfermedad o sequía, el pueblo de Villamayor acude a su Patrón a pedir clemencia y protección y siempre, el Stmo. Cristo de la Viga escucha sus ruegos, dando fin a enfermedades, plagas y sequías y así queda reflejado en varios documentos, como los relatados por D. José Plaza en su manuscrito, e incluso en 1868 en un acta del ayuntamiento, en la que tras una pertinaz sequía, se detalla como tras hacer rogativas y procesión con la imagen del Cristo, a las pocas horas, el cielo se encapotó y comenzó a verter agua, regando en ese día y los siguientes el campo.
Termina dicha acta, dando gracias al Cristo con las siguientes palabras:
"...Con tan abundantes lluvias, los sembrados que parecían estaban secos completamente, echaron nuevas raíces y tallos y fue una cosecha regular. El pueblo lleno de regocijo se dispone para que se celebre la función al Stmo. Cristo el día cinco de Septiembre con todo el esplendor de que fuera capaz y así se verificó resultando todos los actos los más sublimes de fervor y entusiasmo; pero el que más se distinguió fue a la salida de la Sagrada Imagen por la tarde, al dar vista a la plaza, donde todo el pueblo estaba congregado prorrumpen en vivas y aclamaciones, con sus voces llenan los aires y acallan las músicas: La Sagrada Imagen tuvo que permanecer allí mucho tiempo pues no se podía dar un paso.
¡Viva el Santísimo Cristo de la Viga (decían) nuestro Rey, nuestro Dios, nuestro Padre que con tanta abundancia nos da de comer, Viva el Santísimo Cristo de la Viga!"
Al recibir la parroquia la imagen, se pensó en colocarla en el sitio de mas honor del templo y así fue situada en el Altar Mayor. Mas como el retablo que había en el Altar era pequeño y carecía de la necesaria consistencia para sostener el considerable peso de la imagen, se colocó provisionalmente una viga en el frente del Altar, sujeta por sus extremos a las paredes laterales del ábside y de ella quedó pendiente el "Stmo. Cristo de los Carraleros", que así era llamado hasta entonces, en honor al apellido del capitán que lo trajo al pueblo.
A partir de ese momento y de forma espontánea surgió el nuevo título que en sustitución del primitivo, llevaría la imagen hasta nuestros días "EL SANTÍSIMO CRISTO DE LA VIGA", nombre debido a la viga que lo sostenía bien visible en toda la iglesia y por otra parte, nombre mas asequible a la pronunciación y retención en la memoria de todos, incluidos los niños, razón por la cual se generalizó rápidamente. Ahí estuvo el Cristo hasta que aquel pequeño retablo, fue sustituido por otro mucho mas suntuoso (que fue destruido en la guerra). La imagen quedó sin sitio y entonces se le construyó un altar propio (también destruido), en la nave llamada del Evangelio, donde se colocó la imagen con toda solemnidad el día 3 de Mayo de 1719.
Si bien la imagen fue donada a la parroquia en el año 1680, no fue hasta el año 1844 cuando el Stmo. Cristo de la Viga a petición del pueblo de Villamayor fue nombrado patrón del mismo, siendo el primer domingo de septiembre el día elegido para celebrar su fiesta, pero tras un periodo de tiempo y con el fin de dar mas realce a la fiesta, en 1863, se decidió cambiar al día 5 de septiembre, siendo esta la fecha que sigue respetándose hasta nuestros días.
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Son numerosas las ocasiones en las que por enfermedad o sequía, el pueblo de Villamayor acude a su Patrón a pedir clemencia y protección y siempre, el Stmo. Cristo de la Viga escucha sus ruegos, dando fin a enfermedades, plagas y sequías y así queda reflejado en varios documentos, como los relatados por D. José Plaza en su manuscrito, e incluso en 1868 en un acta del ayuntamiento, en la que tras una pertinaz sequía, se detalla como tras hacer rogativas y procesión con la imagen del Cristo, a las pocas horas, el cielo se encapotó y comenzó a verter agua, regando en ese día y los siguientes el campo.
Termina dicha acta, dando gracias al Cristo con las siguientes palabras:
"...Con tan abundantes lluvias, los sembrados que parecían estaban secos completamente, echaron nuevas raíces y tallos y fue una cosecha regular. El pueblo lleno de regocijo se dispone para que se celebre la función al Stmo. Cristo el día cinco de Septiembre con todo el esplendor de que fuera capaz y así se verificó resultando todos los actos los más sublimes de fervor y entusiasmo; pero el que más se distinguió fue a la salida de la Sagrada Imagen por la tarde, al dar vista a la plaza, donde todo el pueblo estaba congregado prorrumpen en vivas y aclamaciones, con sus voces llenan los aires y acallan las músicas: La Sagrada Imagen tuvo que permanecer allí mucho tiempo pues no se podía dar un paso.
¡Viva el Santísimo Cristo de la Viga (decían) nuestro Rey, nuestro Dios, nuestro Padre que con tanta abundancia nos da de comer, Viva el Santísimo Cristo de la Viga!"
En 1845 y 1889, se imprimen sendas estampas litográficas en papel blanco con la imagen del Stmo. Cristo de la Viga, la primera en andas y la última en carroza, siendo D. Joaquín Muñoz Morillejo (gran pintor de la época), quien realiza esta litografía y en la que se puede leer, como el Sr. Obispo de la Diócesis, D. José Moreno Mazón, concede 40 días de indulgencia a quien rezare un Padre Nuestro o Credo, delante de la Santa Imagen.
En Julio de 1936 estalla la guerra civil española y la iglesia es utilizada como cárcel y todas las imágenes y retablos que contenía fueron destruidos y quemados. El Stmo. Cristo de la Viga fue derribado de su Altar y llevado por los presos al bajo coro donde otros compañeros de cautiverio obligados por las circunstancias, lo serraron en trozos teniendo buen cuidado de hacerlo de forma que la cabeza quedara integra y rápidamente la ocultaron entre sus colchones de lana en la capilla, lugar donde dormían.
Días mas tarde los presos fueron trasladados al calabozo del ayuntamiento, llevando consigo cada uno su colchón. A la salida de la iglesia, varios de ellos fueron registrados, descosiendo algunos colchones, sin llegar a hacerlo en el que se guardaba la cabeza del Stmo. Cristo. Cuando tiempo después estos presos fueron puestos en libertad, se llevaron consigo la cabeza y uno de ellos, la guardó con sigilo en su casa hasta acabar la contienda.
Al día siguiente de terminada la guerra, la cabeza fue expuesta a la publica veneración en la Plaza de la Villa, donde se celebró una Misa y fue trasladada en procesión por varias calles del pueblo.
El afamado escultor D. Ricardo Font Store, realizó una nueva talla, costeada por D. Juan Lodares Palomino, en la cual fue engastada la antigua cabeza de la imagen, llegando esta a Villamayor el día 27 de Agosto de 1939, donde a la entrada del pueblo el vecindario esperaba su llegada. Todos fijaron su mirada en la cabeza de la nueva imagen y con unánime voz la multitud exclamó: "¡Es ella! ¡Es ella!" y en efecto, era así. Tras ser bendecida allí mismo, la imagen fue trasladada en procesión hasta la iglesia.
Aunque existían unas Novenas anteriores realizadas en 1847 por D. Pedro José de Nieves, en 1944 el cura párroco D. Joaquín Díaz Rueda, escribió una nueva Novena y un Himno al Stmo. Cristo de la Viga, al que el maestro D. Ángel Calleja Zamora, compuso la música.
Al haber desaparecido durante la guerra todos los enseres de la imagen, la Hdad. se vio en la necesidad de adquirir unos nuevos. Así en 1945 el escultor D. Victor Gonzalez Gil, realiza unas andas y en 1955 se realizó un retablo en los talleres de D. Santiago Lara Molina. Dicho retablo en el momento de su construcción y hasta pasados unos años que fue modificado, albergó en una hornacina a los pies del Cristo, la imagen de nuestra Patrona la Virgen de Magaceda.
En 1957, mas concretamente el día 31 de Mayo, la imagen del Stmo. Cristo de la Viga estuvo presente en Cuenca en la Coronación Canónica de Nuestra señora de las Angustias, patrona de la diócesis. Para asistir al acto, se construyó la actual carroza en los talleres de D. santiago Lara Molina.
El 13 de Agosto de 2016,el Stmo. Cristo de la Viga, asiste invitado como Padrino de Honor a la Coronación Canónica de la Virgen de las Angustias, patrona de Castillo de Garcimuñoz.
En Marzo de 2016 la Hdad. del Stmo. Cristo de la Viga, tras acuerdo de su junta general, inicia los tramites para solicitar a Su Majestad el Rey D. Felipe VI, la aceptación del cargo de Hermano Mayor Honorario de nuestra Hermandad, nombramiento que fue aceptado por Su Majestad, el 28 de Febrero de 2017.
A través de los siglos, el Stmo. Cristo de la Viga forma parte de la historia, tradiciones y señas de identidad de Villamayor. Esta preciosa herencia recibida de nuestros antepasados, estamos obligados a transmitirla a nuestros descendientes, para que perdure en el tiempo la fe y devoción de todo un pueblo a su Patrón, el Santísimo Cristo de la Viga.
En Julio de 1936 estalla la guerra civil española y la iglesia es utilizada como cárcel y todas las imágenes y retablos que contenía fueron destruidos y quemados. El Stmo. Cristo de la Viga fue derribado de su Altar y llevado por los presos al bajo coro donde otros compañeros de cautiverio obligados por las circunstancias, lo serraron en trozos teniendo buen cuidado de hacerlo de forma que la cabeza quedara integra y rápidamente la ocultaron entre sus colchones de lana en la capilla, lugar donde dormían.
Días mas tarde los presos fueron trasladados al calabozo del ayuntamiento, llevando consigo cada uno su colchón. A la salida de la iglesia, varios de ellos fueron registrados, descosiendo algunos colchones, sin llegar a hacerlo en el que se guardaba la cabeza del Stmo. Cristo. Cuando tiempo después estos presos fueron puestos en libertad, se llevaron consigo la cabeza y uno de ellos, la guardó con sigilo en su casa hasta acabar la contienda.
Al día siguiente de terminada la guerra, la cabeza fue expuesta a la publica veneración en la Plaza de la Villa, donde se celebró una Misa y fue trasladada en procesión por varias calles del pueblo.
El afamado escultor D. Ricardo Font Store, realizó una nueva talla, costeada por D. Juan Lodares Palomino, en la cual fue engastada la antigua cabeza de la imagen, llegando esta a Villamayor el día 27 de Agosto de 1939, donde a la entrada del pueblo el vecindario esperaba su llegada. Todos fijaron su mirada en la cabeza de la nueva imagen y con unánime voz la multitud exclamó: "¡Es ella! ¡Es ella!" y en efecto, era así. Tras ser bendecida allí mismo, la imagen fue trasladada en procesión hasta la iglesia.
Aunque existían unas Novenas anteriores realizadas en 1847 por D. Pedro José de Nieves, en 1944 el cura párroco D. Joaquín Díaz Rueda, escribió una nueva Novena y un Himno al Stmo. Cristo de la Viga, al que el maestro D. Ángel Calleja Zamora, compuso la música.
Al haber desaparecido durante la guerra todos los enseres de la imagen, la Hdad. se vio en la necesidad de adquirir unos nuevos. Así en 1945 el escultor D. Victor Gonzalez Gil, realiza unas andas y en 1955 se realizó un retablo en los talleres de D. Santiago Lara Molina. Dicho retablo en el momento de su construcción y hasta pasados unos años que fue modificado, albergó en una hornacina a los pies del Cristo, la imagen de nuestra Patrona la Virgen de Magaceda.
En 1957, mas concretamente el día 31 de Mayo, la imagen del Stmo. Cristo de la Viga estuvo presente en Cuenca en la Coronación Canónica de Nuestra señora de las Angustias, patrona de la diócesis. Para asistir al acto, se construyó la actual carroza en los talleres de D. santiago Lara Molina.
El 13 de Agosto de 2016,el Stmo. Cristo de la Viga, asiste invitado como Padrino de Honor a la Coronación Canónica de la Virgen de las Angustias, patrona de Castillo de Garcimuñoz.
En Marzo de 2016 la Hdad. del Stmo. Cristo de la Viga, tras acuerdo de su junta general, inicia los tramites para solicitar a Su Majestad el Rey D. Felipe VI, la aceptación del cargo de Hermano Mayor Honorario de nuestra Hermandad, nombramiento que fue aceptado por Su Majestad, el 28 de Febrero de 2017.
A través de los siglos, el Stmo. Cristo de la Viga forma parte de la historia, tradiciones y señas de identidad de Villamayor. Esta preciosa herencia recibida de nuestros antepasados, estamos obligados a transmitirla a nuestros descendientes, para que perdure en el tiempo la fe y devoción de todo un pueblo a su Patrón, el Santísimo Cristo de la Viga.
¡¡¡VIVA EL SANTÍSIMO CRISTO DE LA VIGA!!!
PD: Todos los datos aquí contenidos, están ampliados en el reciente libro editado por la Hdad., titulado "NOVENA Y DATOS HISTÓRICOS DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA VIGA", que puede ser adquirido, preguntando a cualquier miembro de la junta o mayordomos.
Como villamayorense orgulloso de serlo y agradecido, me siento obligado a puntualizar sin más intención que homenajear a mi abuelo materno, Atilano López Rubio, con el que pasé la infancia y del cual aprendí lo que tal vez nunca olvidaré.
ResponderEliminarVamos al caso, referente al preso que no se nombra que tuvo la iniciativa de guardar la cabeza del Sto Cristo y por supuesto exponer su vida, si se consideran las circunstancias que en ese momento se daban, fue Atilano López.
Si se lee la novena escrita por D.Joaquín Díaz Rueda, cura párroco de esa localidad coetáneo a mi abuelo y amigo suyo, así lo cuenta y lo nombra.
Todavía recuerdo cómo la imagen del Sto. Cristo la detenían en la puerta de casa de mis abuelos todos los 5 de Septiembre, como homenaje a la persona de mi abuelo por salvarla de ser aserrada por los contrarios en ese momento al credo religioso.
Y añado más, porque esto se lo oí infinidad de veces a mi abuelo, la iniciativa de salvarla de su destrucción no fue suya sino de un vecino/amigo suyo Fernando Girón, médico del pueblo, con estas palabras: "Atilano, yo sé que a mi me van a matar, pero si usted puede, salve la cabeza del Sto.Cristo".
Tal vez traicionando los versos de Machado: "...nunca perseguí la gloria, ni dejar en la memoria", pero amor e imborrable recuerdo me obliga a recordarlo.
Por supuesto, aunque lejos de ese pueblo porque la vida tiene mil caminos y circunstancias, sigo recordando cada 5 de septiembre la fiesta del patrón de mi/nuestro pueblo.
Ramón Checa.
Que alegría produce ver, como de vez en cuando llegan hasta nosotros nuevos datos y detalles sobre nuestra historia. Quiero decirte que todo lo que relatas, como bien dices, se puede leer en la novena escrita en 1944 por D. Joaquín Díaz Rueda y de ahí salen casi todas las noticias que tenemos sobre nuestro Cristo. Desde la hermandad, en 2017, editamos un nuevo libro de novenas e historia donde también recogemos y ampliamos, todo lo que hemos podido recopilar sobre el mismo, hasta hoy. Nos interesa todo lo que pueda añadir valor a esta historia, por eso valoramos tus palabras y podemos leer en ellas algunos detalles nuevos que por supuesto tendremos en cuenta para futuras publicaciones.
ResponderEliminarQuiero decir en nuestro descargo por no poner nombres en esta historia del blog, que es un resumen y evitamos así extendernos en demasía, pero los nombres aparecen todos en el libro al que me refiero.
Por todo esto, si que me gustaría, de poder ser y si lo tienes a bien, poder quedar en algún momento que puedas llegar a pasarte por el pueblo y hablar un rato, para ver si de tus recuerdos podemos sacar algún nuevo dato, que aporte y complemente lo que ya conocemos.
Al final te dejo mi e-mail, por si consideras oportuno que podamos vernos o al menos hablar de alguna manera. Mi nombre es José Luis Martínez y en la actualidad soy presidente de la hermandad.
ardal@hotmail.es
Un saludo.
Muy bien
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